El reciente interés por conseguir la eficiencia energética ha modificado las soluciones constructivas hasta el punto de conseguir viviendas pasivas, aquellas que apenas es necesario el uso de los equipos de climatización para obtener las mejores condiciones de confort y habitabilidad dentro de ellas. Pero esta nueva modalidad no solo se centra en el ahorro energético, también presta especial interés a la sostenibilidad y al uso de componentes eco-amigables. Los materiales aislantes más usados en la construcción son varios, pero no todos cumplen con el requisito del beneficio ambiental, veamos cuáles son.
Eficiencia energética y medioambiente
El cuidado de nuestro planeta es una concienciación social muy atenuada en nuestros días. Preservar los recursos naturales, y evitar las emisiones al medioambiente, es algo necesario si queremos que nuestras futuras generaciones puedan disfrutar del planeta que conocemos. La eficiencia energética se basa en todo esto; por un lado, busca ahorros de energía, con la consiguiente disminución de emisiones al medioambiente y, por otro, favorece un menor gasto en climatización para los habitantes de una casa.
Este es el objetivo principal de las casas pasivas; edificaciones realizadas con soluciones constructivas que buscan la climatización perfecta en su interior con un uso mínimo de energía. Al mismo tiempo, utilizan materiales sostenibles con el medio ambiente, consiguiendo de esta forma los dos objetivos anteriormente citados.
Una casa pasiva consigue todo esto gracias a su diseño, donde se realiza teniendo en cuenta diversos factores como su soleamiento, su ventilación cruzada, el uso de instalaciones de autoconsumo o la integración con el entorno. Y además, con el uso de soluciones constructivas que eliminan los puentes térmicos y se centran en un aislamiento muy eficaz para evitar la transmitancia térmica.
Tanto sus componentes estructurales como su diseño son fundamentales para obtener esa eficiencia energética tan demandada y, al mismo tiempo, ser beneficiosa para el medioambiente. Pero ¿cuáles son los materiales aislantes naturales más usados en la construcción para conseguir todo esto?
Materiales naturales, sostenibles y saludables
El uso de unos buenos materiales aislantes es necesario si queremos depender cada vez menos del uso de aparatos de climatización. De esta manera, se ahorrará calefacción en invierno y el uso de los equipos de aire acondicionado en verano. Esto es posible gracias a la baja transmisividad térmica que presentan, de tal forma que apenas se producen intercambios de temperatura entre el interior y el exterior.
Los materiales aislantes pueden dividirse en aquellos que son sintéticos (poliuretano, EPS, XPS, etc.) y los naturales. Ambos funcionan muy bien como aislamiento térmico, pero la principal diferencia es que los segundos presentan más longevidad, el triple de capacidad térmica y son mucho más sostenibles, ya que son biodegradables y su fabricación tiene un coste energético muy bajo.
En definitiva, los aislantes naturales son los perfectos si queremos una edificación eficientemente energética y respetuosa con nuestro medioambiente. Veamos cuáles son los materiales aislantes naturales más usados en la construcción:
Celulosa
La celulosa es un material suministrado a granel en forma de gránulos o perlas de residuos de papel, muy empleado en el relleno de las cámaras de aire y en aquellos desvanes que no son practicables. Se aplican mediante insuflado en trasdosados y forjados.
Corcho
El corcho es uno de los materiales aislantes más usados en la construcción, tanto por su capacidad térmica como por su estética y durabilidad. El formato más habitual son las planchas, aunque con sus virutas puede ejecutarse proyectado en fachadas. Suele emplearse en interiores, exteriores y cubiertas.
Los aislantes de corcho, gracias a su textura y a su colorido, son muy vistosos en interiores, sin embargo, si se coloca en exteriores, debe recubrirse para protegerlo ante el agua. En tejados se realiza mediante tejas o algún tipo de cubierta verde, y en fachadas mediante algún enfoscado a base de mortero hidrófugo.
Paja
La paja puede considerarse como un elemento híbrido que puede ser usado como material de construcción y como aislante. En los primeros casos, puede formar parte de los cerramientos y formar muros de gran espesor. En los segundos, se integran en diversas soluciones meramente aislantes, como puede ser en los sistemas SATE.
Cáñamo
El cáñamo es un material ecológico muy empleado para la confección de multitud de prendas y como aislante constructivo en forma de paneles. Sus fibras se obtienen de la planta denominada Cannabis.
Lino
Ya en la antigüedad usaban el lino como material aislante. De las múltiples aplicaciones que tiene este material, destaca su alta capacidad como escudo térmico, y se fabrican en formato de paneles a través de la planta Linum usitatissimum.
Algodón y fibra de coco
La unión de coco y fibras de algodón forma un aislante térmico excepcional, muy similar a los de madera, lino o cáñamo. El problema es que el algodón suele ser cultivado en países poco desarrollados y, en muchos de sus casos, su explotación conlleva el uso de pesticidas tóxicos y de malas condiciones laborales. Por ello debe ser adquirido por fabricantes que certifiquen su cultivo sostenible y ecológico y unas condiciones laborales éticas.
Arlita
La arlita es una denominación comercial de un producto fabricado a base de arcilla expandida. Se fabrica en un proceso industrial que aumenta el tamaño de los poros, convirtiéndolos en una especie de cámara de aire que la dota de sus propiedades aislantes. Es un material muy empleado en aquellos aislamientos en los que es necesario el empleo de un relleno ligero.
Todos estos materiales aislantes más usados en la construcción son naturales, ecológicos, reciclables y totalmente sostenibles, pero además, son transpirables, por lo que son perfectos para evitar condensaciones, ambientes insalubres o moho. Al no estar fabricados mediante emisiones de compuestos volátiles, no dañan el medioambiente, por ello son los indicados para la construcción de una vivienda pasiva.
