Es inevitable hablar de puente térmico si nos referimos a una vivienda saludable. La relación es muy estrecha, y mucho más si tenemos en cuenta la eficiencia energética, el ahorro en la factura de la electricidad o el confort en el hogar. Por dicho motivo, la construcción de casas pasivas es una tendencia en auge y con excelente aceptación en nuestro país. Pero qué son los puentes térmicos.
Por lo tanto, el consumo energético en el hogar se relaciona directamente con los puentes térmicos. Entendiendo como tales los cierres dentro de una edificación, ya sea una ventana, fachada o cualquier cobertura. Estos elementos afectan proporcionalmente a la temperatura y densidad calórica.
¿Qué es un puente térmico?
Realmente, el puente térmico es de vital importancia a la hora de realizar una construcción.
Los puentes térmicos se producen en la envolvente de un edificio y se dan en zonas puntuales en las que se transmite más fácilmente el calor o el frío del exterior al interior que en el resto de la superficie; un elemento conductor introducirá calor/frío desde el exterior al interior si no tiene ninguna barrera que se lo impida. Esto puede suceder porque estén hechos de un material más conductor, porque se trate de un elemento que está en contacto al mismo tiempo con el aire exterior (de fuera) y el aire interior (de dentro) o porque se trata de una zona donde se rompe la superficie aislante.
Por lo tanto, este suceso tiene un enorme peso y participación en la demanda energética de una edificación, sobre todo en los cambios de estación. Algo muy habitual en un país como España, donde el contraste de temperatura es muy normal, tal como podemos comprobar cuando se pasa del calor al frío en verano e invierno.
Por este motivo, los puentes térmicos también se relacionan con ciertas afecciones o problemas de salud debido a la condensación, humedad, pérdida de energía o moho, entre otros factores. Esto puede generar enfermedades respiratorias o acentuar posibles alergias.
La localización de los puentes térmicos en una edificación
Los arquitectos e instaladores cada vez prestan mayor atención a los puentes térmicos para construir espacios mucho más saludables. Lo ideal es saber dónde podemos localizarlos, una vez que ya conocemos en qué consisten. A continuación enumeramos algunos de los lugares donde tienen mayor presencia:
Las ventanas
Es muy habitual localizar puentes térmicos en el marco, vidrio o cierre de una ventana. Aunque si bien es cierto que los nuevos modelos cuentan con un sistema de aislamiento que permite un mejor cierre. Esto no solo evita las pérdidas de calor o la entrada de frío, sino que consigue conducir mejor la temperatura en las diferentes estancias.
Por ejemplo, en las ventanas de hierro o aluminio sin rotura de puente térmico, en invierno el marco estará mucho más frío que el muro de ladrillo, porque el metal es un material más conductor y deja escapar una pequeña parte de calor. Toda la superficie del marco se convierte así en un puente térmico.
Para evitar esta transmisión de calor, se intenta evitar que la cara interior y exterior tengan contacto entre sí. Para ello se debe intercalar un mal conductor, con lo que reducen mucho las pérdidas. Para las ventanas de aluminio suele utilizarse un perfil separador de plástico embutido en el propio perfil de aluminio que conforma la ventana. Un buen vidrio aislante es de gran ayuda, pero no puede solucionar por sí solo el puente térmico, ya que se sufriría una pérdida de calor por todo el marco.
Las persianas
También debemos prestar especial atención al cajón de las persianas y a las posibles fugas térmicas que se puedan producir. Por suerte, cada día los fabricantes están más concienciados con estos temas y los cajones de persiana a día de hoy vienen correctamente aislados.
La estructura y fachada
La fachada de un edificio es también un factor decisivo, porque tanto la estructura como los muros deberían contar con el mejor aislante para garantizar la circulación térmica, así como evitar las posibles fugas. Lo
Por lo tanto, reconocer estas deficiencias es muy conveniente, ya que se pierde entre el 5 al 10 % de la energía. Esto influye directamente en la eficiencia y ahorro energético.
En nuestras fachadas puede haber muchos puntos débiles, como por ejemplo, si los pilares y forjados están integrados en la fachada. Si se da esta situación y los pilares y forjados están embebidos en un muro en contacto con el exterior, es probable que estos estén cortando la continuidad del aislante de la fachada y produciendo puentes térmicos.
Los puentes térmicos en las casas pasivas
Una vez que ya tenemos claro qué son los puentes térmicos, es considerable saber cómo afectan en el diseño y construcción de una casa pasiva. El objetivo está claro: evitar la pérdida de energía y las condensaciones que perjudican a los elementos constructivos en una edificación de este estilo.
Es conveniente saber que hay dos razones de peso que pueden producir un puente térmico. Por un lado, están aquellos elementos que se integran en la fachada Así, como los denominados puentes térmicos lineales o de encuentro, en el caso de que la geometría fuera discontinua. Esto provocaría un aumento de la densidad del flujo de calor.
Por lo tanto, hay que conseguir eliminar estas deficiencias añadiendo un mejor aislamiento. En una vivienda pasiva, el puente térmico se elimina y evita en todo su envolvente, ya que ese tipo de edificación está mucho más controlada y debe someterse a unos estándares de calidad más estrictos y restrictivos que los de una construcción convencional.
El cálculo de un puente térmico en una edificación Passivhaus
Obviamente, el control del puente térmico en una edificación es necesario si queremos el máximo ahorro energético. Actualmente, la Exigencia Básica de Limitación de la Demanda Energética establece algunos métodos para combatir estas deficiencias.
Hay que resaltar que se considera que hay un puente térmico en la fachada cuando supera los 0,5 m2 como suma de todos los huecos en esta localización. No obstante, esto se compensará en aquellas zonas con mejor aislamiento, de forma que sería una medida aceptable y legal.
Asimismo, si se quiere evaluar cómo afectan las condensaciones en un edificio, es conveniente tener en cuenta el factor de temperatura y el coeficiente lineal de pérdida. Esta es la mejor forma de aportar soluciones constructivas, así como disminuir las pérdidas que se pudieran ocasionar.
En definitiva, los puentes térmicos se convierten en todo un problema en cuanto a la eficiencia energética se refiere. Teniendo en cuenta que las casas pasivas se caracterizan por ser construcciones sostenibles y eficientes, es recomendable tener en cuenta este tipo de detalles que influyen en la habitabilidad y confort del hogar.