El sector de la construcción ha sido, desde siempre, pionero en introducir nuevos materiales que mejoran los resultados de viviendas, naves industriales, edificios de vecinos o cualquier otro tipo de obra. Una de las últimas revoluciones que se está viviendo en este ámbito está siendo el uso del corcho en la construcción. Se trata de un material con muchos puntos positivos y que cada vez está más presente en las obras de todo el planeta. Desde Ökohaus, queremos explicarte cuáles son sus ventajas basándonos en nuestra experiencia en la construcción de casas pasivas y respetuosas con el medio ambiente.
El corcho y sus características
La búsqueda de materiales eficientes, sostenibles y saludables ha hecho que arquitectos, interioristas e ingenieros empecemos a experimentar con componentes que están más allá de la piedra, la madera o el cemento.
En este contexto tan específico, los profesionales del sector vemos en el corcho un sinfín de posibilidades. Este material se consigue tratando la corteza del alcornoque y es resistente y ligero. Las primeras pruebas con esta materia prima demuestran que, además, el corcho es un excelente aislante acústico y térmico y que, como ya se sabe, es impermeable a líquidos e ignífugo, entre otras muchas características.
Con esto en mente, las posibilidades que se están confirmando a la hora de integrar el corcho en la construcción se han ido multiplicando con el paso de los años. Y es que se trata de un material con numerosas ventajas desde el punto de vista ecológico.
Ventajas del corcho como material ecológico
La principal ventaja del corcho como material ecológico es que este no produce un gran volumen de desechos ni supone la muerte de los árboles de los que es extraído.
Este tejido vegetal, de una manera muy elemental, puede definirse como una piel que cada uno de los ejemplares de alcornoque general anualmente con células muertas. Si se retira de la manera adecuada, los árboles no mueren sino que reinician el proceso para generar una nueva corteza que estará lista en aproximadamente diez meses.
En ese sentido, se está trabajando con restos vegetales que no generan ningún tipo de perjuicio a las plantaciones, repartidas especialmente por Portugal, España e Italia.
Pero esta no es la única ventaja del corcho como material ecológico:
- El corcho es altamente manejable con procesos mínimamente contaminantes. Un simple hervido del material permite cortarlo y crear formas muy precisas sin necesidad de otro tipo de trabajos que, con materiales como el mármol, sí que generan una gran huella ecológica.
- El corcho no se pudre: su gran resistencia a la putrefacción es otro de los principales motivos que han convertido al corcho en el gran elemento de construcción en la arquitectura pasiva: no reacciona a líquidos ni a gases, por lo que tiene una interesante vida útil.
- Es reutilizable y reciclable: se trata de un material que la naturaleza genera por sí mismo y que, en el ámbito de la construcción, es mínimamente manipulado. Eso lo convierte en un aliado esencial para la economía circular, pues se puede recuperar fácilmente y reciclarlo o reutilizarlo en futuras obras.
Uso del corcho en construcción
Todas las bondades del corcho desde el punto de vista ecológico, sumadas a las características útiles para la construcción como su aislamiento, su impermeabilidad y su transpirabilidad, hacen que los profesionales de las obras, la arquitectura y el interiorismo hayamos encontrado imaginativos usos para este componente.
Aislante para suelos, paredes y techos
Sin duda, cualquier persona interesada por la arquitectura pasiva y los proyectos de construcción ecosostenibles podrá intuir que el mayor partido que se le saca al corcho en nuestro país es como elemento para mejorar el aislamiento de muros, cubiertas y pavimentos.
A través de planchas aglomeradas o de corcho granulado o triturado, generamos cámaras de aislamiento con las que obtenemos resultados significativos.
Los especialistas sugieren que una correcta instalación del corcho puede absorber hasta el 60 % de las ondas sonoras y mantener un ambiente estable en un altísimo rango de temperaturas.
Revestimiento y decoración de interiores
¿Y por qué no aprovechar todos estos beneficios y, a la vez, su estética y textura? Esto es lo que están haciendo algunos estudios, que ya trabajan con el corcho para ciertos acabados en paredes y techos, con excelentes resultados.
El corcho combina muy bien con los materiales que se usan en la arquitectura sostenible: los proyectos pasivos trabajan con piedras naturales y otro tipo de elementos con los que el corcho dialoga a la perfección.
Trabajo de mejora de las fachadas
El corcho también puede ser un elemento que se use en espacios exteriores y expuestos a las inclemencias del tiempo, gracias a la técnica del proyectado. De esta manera se genera un revestimiento estético, transpirable, impermeable y aislante que viene muy bien a la hora de mejorar la eficiencia energética de cualquier construcción.
Corcho para sustituir a las tejas tradicionales
Más ligero que el material de las tejas tradicionales, el corcho también se puede manipular para que adquiera la forma clásica de estos elementos decorativos y funcionales y los sustituyan en las obras que quieren ser respetuosas con el medio ambiente.
Sus características de impermeabilidad lo convierten en el aliado perfecto para evitar filtraciones de agua y su gran durabilidad hace que sea un candidato ideal para esta tarea, ya que no necesitará de reparaciones o sustituciones a corto y medio plazo.
Estos son tan solo algunos de los beneficios que los profesionales del mundo de la arquitectura han encontrado en este elemento en los últimos años. Sin duda, el uso de corcho en la construcción se extenderá y diversificará en las próximas décadas. En Ökohaus estamos en constante búsqueda de nuevas aplicaciones para crear viviendas más bonitas, eficientes y respetuosas con el medio ambiente. ¿Has visto ya nuestras casas?
