Una Passivhaus es una vivienda diseñada para reducir todo lo posible el consumo energético y al mismo tiempo proporcionar el mejor confort térmico a sus habitantes durante todo el año. Este concepto fue desarrollado a finales de los años 80 por los profesores Bo Adamson, de Suecia, y Wolfgang Feist, de Alemania. A través de su colaboración, crearon los principios Passivhaus que guían la construcción de este tipo de edificios que requieren un mínimo de energía para calefacción y refrigeración. De hecho, se pueden reducir las necesidades de calefacción y refrigeración hasta un 75-90 % respecto a las construcciones convencionales, si se aplican una serie de principios orientados a optimizar la eficiencia energética y el confort.
Principio 1: Diseño bioclimático
El diseño bioclimático es uno de los principios de una Passivhaus. Este principio busca aprovechar las condiciones climáticas y geográficas del lugar para mejorar el rendimiento energético del edificio. Se trata de diseñar la casa de manera que las ganancias solares pasivas se maximicen en invierno, y el calor solar se minimice en verano.
Esto se puede conseguir, entre otras cosas, con la orientación adecuada del edificio, de manera que se beneficie de la exposición al sol en las fachadas sur en climas fríos y la protección frente al mismo en climas cálidos.
También se tienen en cuenta aspectos como la ubicación de las estancias, para poder disponer las zonas más frecuentadas y de mayor demanda térmica en la parte de la casa donde reciban más luz y calor natural.
Principio 2: Aislamiento térmico
Un buen aislamiento actúa como una barrera para evitar el intercambio de calor entre el interior y el exterior. Se trata de que el calor que se genera dentro de la vivienda en invierno no se escape, y que el calor externo en verano no penetre en el interior.
Para ello se utilizan diferentes tipos de aislantes hechos con materiales que aseguran una baja conductividad térmica. Gracias a esto, la vivienda puede mantener una temperatura muy estable y se reduce la necesidad de usar sistemas de calefacción o refrigeración.
Principio 3: Ausencia de puentes térmicos
Un puente térmico es una zona de una construcción por donde se pierde o se gana más calor de lo habitual, porque el aislamiento no es tan efectivo en ese punto. Esto suele ocurrir en lugares donde diferentes materiales se unen, como en los bordes de las ventanas, las esquinas de las paredes o las uniones entre techos y suelos.
Estos puntos vulnerables suelen generar pérdidas de energía importantes y, en algunos casos, problemas de condensación y humedad. En una Passivhaus, se trabaja exhaustivamente para eliminar o minimizar los puentes térmicos y mantener la eficiencia energética del edificio.
Principio 4: Hermeticidad
La hermeticidad es la capacidad del edificio para evitar filtraciones de aire no controladas. Una casa hermética puede reducir las corrientes de aire no deseadas para mantener la temperatura interior estable. Para lograrlo, se utilizan membranas especiales y sistemas de sellado en todos los puntos críticos del edificio, como ventanas, puertas, y uniones estructurales.
Principio 5: Ventanas de altas prestaciones
A través de las ventanas se pueden producir importantes pérdidas o ganancias de energía. Por ello, se instalan ventanas de altas prestaciones, con marcos bien aislados y vidrios dobles o triples. Son ventanas de última generación que permiten la entrada de luz y calor solar en invierno, pero limitan las pérdidas de calor hacia el exterior y evitan el sobrecalentamiento en verano.
Además de su capacidad aislante, las ventanas en una Passivhaus suelen estar orientadas estratégicamente para aprovechar el calor del sol en invierno y reducir las altas temperaturas en verano.
Principio 6: Ventilación mecánica con recuperación de calor
Este sistema permite renovar el aire interior de manera eficiente, sacando el aire viciado y trayendo aire fresco del exterior. Al mismo tiempo, recupera el calor del aire que sale y lo transfiere al aire entrante, lo que ayuda a mantener una temperatura agradable sin gastar energía extra.
La ventilación mecánica con recuperación de calor también mejora la calidad del aire dentro de la vivienda, porque elimina contaminantes, humedad y CO₂. Si quieres saber más sobre este interesante sistema, tienes más información en nuestro artículo «Aerotermia passivhaus: cómo funciona«.
Principio 7: Protección solar para evitar el sobrecalentamiento
El sobrecalentamiento es un riesgo en cualquier vivienda, sobre todo en climas cálidos o durante el verano. Para solucionar este problema, se instalan sistemas de protección solar, como persianas, toldos, o elementos arquitectónicos como voladizos.
También se suelen usar vidrios especiales en las ventanas que reflejan la radiación solar. De esta forma, sencilla, pero eficaz, se bloquea la radiación solar directa, y se mantienen los espacios frescos sin necesidad de recurrir a la climatización mecánica.
¿Es una Passivhaus apta para cualquier clima y ubicación?
Una Passivhaus es apta para cualquier clima y ubicación, siempre que se adapten los principios a las condiciones locales. En los climas fríos, se pone mayor énfasis en el aislamiento y las ganancias solares pasivas, mientras que en climas cálidos, la protección solar y la ventilación es lo más esencial. Es decir, cada vivienda se tiene que diseñar de forma personalizada, teniendo en cuenta las características climáticas de la región.
Aunque lo ideal para alcanzar el estándar Passivhaus es construir desde cero, también es posible adaptar una vivienda existente a muchos de los principios básicos a través de reformas. Se pueden mejorar aspectos como el aislamiento, la hermeticidad, o instalar ventanas de altas prestaciones y sistemas de ventilación mecánica.
Los principios Passivhaus son la clave de este un modelo de vivienda energéticamente eficiente y confortable, apta para cualquier clima si se adapta adecuadamente. Si quieres mejorar la eficiencia de tu casa o tienes un proyecto de construcción en mente, ponte en contacto con nosotros para hacer un estudio personalizado.