La arquitectura biofílica es una de las tendencias en arquitectura que más popularidad ha adquirido en los últimos años. La necesidad del ser humano de establecer un mayor contacto con la naturaleza se ha traducido en cambios en la arquitectura de viviendas y otros espacios. Vamos a ver en qué consiste y qué criterios se necesitan para ser considerada como tal.
¿Qué es el diseño biofílico?
El término “biofilia” hace referencia a la necesidad o el apego que sentimos los seres humanos por estar en una mayor conexión con la naturaleza. El objetivo no es otro que provocar un mayor confort emocional y un espacio habitable más saludable. Por tanto, aplicando el término biofilia a la arquitectura podemos afirmar que consiste en la generación de espacios respetuosos con la naturaleza y los procesos vitales.
Los proyectos de arquitectura biofílica se integran en su entorno de una forma respetuosa para respetar a la naturaleza, utiliza materiales constructivos de bajo impacto ecológico siendo muchos de ellos materiales naturales. De esta forma se genera un ambiente saludable y natural que acerca a las personas a la naturaleza mejorando su bienestar en general.
Arquitectura biofílica: criterios
Los criterios para que un proyecto de arquitectura sea considerado biofílico son los siguientes:
Conexión visual con la naturaleza
El edificio o vivienda debe ofrecer un contacto visual con la naturaleza de forma directa, con sistemas vivos y con procesos naturales del entorno. La vivienda debe estar integrada en un entorno natural como un elemento más que no cause distorsiones al mismo. Esto impacta de forma positiva en la actitud, la felicidad y la atención mental.
Conexión no-visual con la naturaleza
Otro criterio a tener en cuenta dentro de la arquitectura biofílica es la conexión con la naturaleza a través de elementos no visuales. Hablamos de estímulos auditivos, olfativos, gustativos o táctiles. Estos estímulos deben generar una relación positiva con los procesos naturales, los seres vivos y la naturaleza en sí misma que impacta en el desempeño cognitivo y produce mejoras en la salud mental y en la tranquilidad.
Estimulación sensorial no-rítmica
Este criterio es quizás el más complejo de entender. Se trata de conexiones con la naturaleza que se producen de forma aleatoria o efímera, es decir, sin una regularidad constante y de forma inesperada. Aunque estos estímulos sensoriales no rítmicos pueden ser analizados a través de la estadística, no pueden ser pronosticados de forma precisa.
Variabilidad de temperatura y de corrientes de aire
En un espacio que siga criterios biofílicos deben producirse cambios sutiles en parámetros ambientales como puede ser la temperatura del aire, la humedad relativa o las corrientes de aire. El objetivo es que se imite lo que sucede en los entornos naturales de una forma controlada y siempre garantizando el confort y la comodidad de quienes están dentro de la vivienda o edificio. Esto tiene un impacto positivo en la capacidad de concentración de las personas.
Presencia de agua
En las viviendas y espacios diseñados utilizando criterios biofílicos la presencia de agua debe ser una prioridad. Hablamos de la capacidad de poder ver, oír o tocar el agua para sentirnos en conexión con la naturaleza. La presencia de agua es un elemento relajante que mejora el confort de las personas en cualquier espacio. Numerosos estudios demuestran que restaura la memoria y genera respuestas emocionales positivas.
Luz difusa y dinámica
En los sistemas de iluminación es donde se puede percibir con mucha inteligencia la conexión que la arquitectura biofílica pretende con la naturaleza. Se aprovecha las variaciones en la intensidad de la luz y de la sombra, que va cambiando paulatinamente en función del paso del tiempo para recrear las mismas condiciones que se dan en la naturaleza.
De esta forma se alterna una luz dinámica y una luz difusa para imitar la forma en que la iluminación natural se da en el exterior. Esto aumenta el confort visual e impacta de forma positiva en el funcionamiento del sistema circadiano.
Conexión con los sistemas naturales
La arquitectura biofílica está estrechamente ligada a los sistemas naturales, especialmente los estacionales y los temporales. De esta forma, la vivienda se siente conectada a lo que es un ecosistema saludable. Esto mejora las respuestas positivas de la salud y acentúa la percepción del entorno.
¿Cómo se aplica la arquitectura biofílica?
Si necesitas aplicar criterios biofílicos en tu próximo proyecto, siempre puedes ponerte en Contacto con nuestro equipo para encontrar la solución más apropiada para tu caso. Pero, de forma general, la arquitectura biofílica se aplica de la siguiente manera:
En el trabajo
El diseño biofílico aporta a los espacios de trabajo mejores índices de productividad y una mayor felicidad y bienestar en los empleados. Para ello se introducen cambios en los sistemas de ventilación, en la calidad del aire o en los niveles de CO₂. También en un mayor aporte de luz natural, de incorporar elementos naturales como plantas o agua o tener vistas a espacios naturales, con imágenes reales o ficticias, en las ventanas. Sin olvidar el uso de materiales naturales, ecológicos y cálidos como la madera, la piedra o las fibras naturales.
En el diseño de viviendas
En el diseño de viviendas y Edificios saludables, la arquitectura biofílica se aplica de forma similar: introduciendo plantas naturales, utilizando materiales naturales y ecológicos, controlando la variabilidad térmica y el flujo de aire, aportando colores cálidos y suaves o combinando luces naturales, difusas y dinámicas. Sin olvidar la incorporación de espacios al aire libre como porches, terrazas o patios.
En espacios infantiles
Los criterios biofílicos tienen un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y motriz de los pequeños. Por ello, su incorporación en espacios infantiles se ha vuelto esencial y se aplica de una forma similar a las anteriores: incorporando elementos naturales, haciendo presente el agua, con estímulos sensoriales naturales o con espacios construidos con materiales naturales y no sintéticos.
La arquitectura biofílica ha tomado especial relevancia tras la pandemia, cuando se evidenció la necesidad de estar en un permanente contacto con la naturaleza. Ahora se ha convertido en una de las principales tendencias arquitectónicas del momento.